top of page

Mi Vida

Nací en Bilbao el 29 de septiembre de 1864. Ya de niño era diferente a los otros muchachos, pues en lugar de jugar con ellos prefería leer a escritores como Julio Verne y sus fantásticas historias de ficción. Mi infancia estuvo marcada sobre todo por la muerte temprana de mi padre a la que hago referencia en una de mis primeras obras: Recuerdos de niñez y de mocedad. Además se produjeron sitios en mi tierra a causa de la tercera guerra carlista, de la que también hablo en Paz en la guerra.

 

Soy tercer hijo de cuatro que tuvieron mis padres, Félix María de Unamuno Larraza y María Salomé Cristina Jugo. De otro matrimonio que contrajo mi madre tuve otras dos hermanas. Vivíamos del trabajo de mi padre como comerciante y su panadería.

Comencé la educación secundaria y a raíz de aquello creció mi interés por el saber. Estudié Filosofía y Letras en la universidad de Madrid en 1880, donde publiqué mi primer artículo y me gradué tres años más tarde.

 

Después trabajé en mi tesis Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca, en la que comento el origen de la raza, que era contraria a las afirmaciones del nacionalismo vasco que propugnaba una raza vasca no contaminada por otras razas. Consigo una cátedra de Lengua Griega en la Universidad de Salamanca en 1901 después de casarme.

 

Tuve a Fernando, mi primer hijo, en Bilbao, y más tarde a Pablo, Raimundo, Salomé y Felisa. Ingresé en la Agrupación Socialista de Bilbao de 1894 a 1897, y publiqué algunas de mis novelas como En torno al casticismo, Paz en la guerra, la Esfinge, La Venda, así como numerosos artículos en la prensa. A causa de la enfermedad sin cura de mi tercer hijo, entré en una crisis personal a la vez que religiosa.

 

Uno de los momentos más importantes de mi vida fue mi ascenso a rector de la Universidad de Salamanca gracias a mis innovaciones educativas en 1900. Me trasladé a la residencia donde tuve cuatro hijos más y falleció Raimundo. Durante este tiempo publiqué obras como Niebla. Después en 1914 dejé de ser rector aunque seguí como político. Fui candidato a diputado por el partido Republicano de Vizcaya y, tras un enfrentamiento contra el rey Alfonso XXIII, ingresé en prisión. Durante este periodo publiqué más obras, Abel Sánchez es una de ellas.

 

Debido a un enfrentamiento con la monarquía y la dictadura del general Miguel Primo de Rivera y Orbaneja fi desterrado a las islas canarias en 1924. Exilié de forma voluntaria en Francia, donde permanecí hasta 1930.

Con la caída del dictador volví a mi tierra, recogí mi cargo como rector y escribí algunas de mis obras teatrales, después, tras comenzar la nueva dictadura, me recluí en mi casa hasta el 31 de diciembre de 1936, día de mi muerte.

 

 

 

Mi Obra

Cultiva novela, teatro y poesía principalmente.

En mis primeras novelas reflejo en los personajes mi estado anímico en el siglo XIX. En Diario íntimo (1897) cuento mis intimidades de una manera reflexiva y expreso mis pensamientos y emociones, pues en esta época sufrí una crisis personal por la enfermedad de mi hijo.

Cuando era niño sufrí, como dije antes, una guerra y la muerte temprana de mi padre, por tanto en Recuerdos de niñez y mocedad (1908) rememoro mi vida de manera sentimental antes de la universidad. Paz en la guerra (1897) cuenta mi experiencia en la tercera guerra carlista, en mi lugar de origen.


Escribí artículos como la Vida de Don Quijote y Sancho (1904), se aprecia un sentido retórico, metafórico pero clásico a la vez, este último presente en la mayoría de mis obras escritas en prosa. Niebla (1914), otro de mis arículos, fue mi obra más valorada, el protagonista habla con su padre espiritual de forma filosófica. También escribí Abel Sánchez (1917) dedicada a la envidia.

 

Comparto mi pasión por los paisajes con Azorín. Mis obras más significativas en este aspecto son Por tierras de Portugal y España (1911), Andanzas y visiones españolas (1922) y  Paisajes del alma (1892- 1936).

 

Por otra parte en La tía Tula (1921), Tres novelas ejemplares y un prólogo (1920), o Don Sandalio jugador de ajedrez (1930), el interés se concentra en los estados de ánimo, sueños, delirios y frustraciones de los protagonistas.

Durante mi exilio en París escribí Cómo se hace una novela (1924), mezclo autobiografía, ensayo y un final casi terrorífico.

 

La agonía del cristianismo (1932) critica las creencias religiosas, pues mis pensamientos dieron un vuelco al cursar la universidad. Por ello mi incertidumbre sobre la religión y temas enigmáticos como la muerte están presentes en algunas de mis obras.

 

Respecto al teatro debo decir que no soy conocido por ello, aquí nombro algunas obras más conocidas: El otro,  El hermano Juan y Nada menos que todo un hombre.

bottom of page